Seguro que has oído hablar del T. rex. En la gran pantalla, este dinosaurio gigante y aterrador corre tras su próxima comida. En realidad, el T. rex no corría muy rápido: solo a 12 millas por hora.
“Un atleta podría correr más rápido que el T. rex”, explicó Sciscio.
Para saber a qué velocidad corría el T. rex, los científicos estudiaron sus huesos y huellas. Se dieron cuenta de que el gran tamaño del T. rex le impedía correr muy rápido. El dinosaurio pesaba más de 11,000 libras.
“De haber corrido más rápido, el T. rex se habría roto los huesos”, dijo Sciscio. ¡Ay!