Algunas personas opinan que se debería permitir a los cazadores de fósiles vender los restos de dinosaurios para ganar dinero. De lo contrario, muchos fósiles nunca se desenterrarían. Esto es porque la búsqueda de huesos de dinosaurio es cara. Muchos museos no pueden permitírsela.
“Encuentro cosas que puede que no se encontraran de otra forma” —dijo Craig Pfister. Es el propietario de Great Plains Paleontology, una empresa de búsqueda de fósiles —. Si un fósil nunca llega a encontrarse y se erosiona, todo el mundo pierde”.
Además, señala Pfister, los fósiles que se venden en las subastas suelen ir a parar, de todos modos, a manos de investigadores.
Por ejemplo, en 2008, un postor ganó un esqueleto de triceratops. Poco después, lo dio a un museo de Massachusetts. Allá sigue expuesto.