EE. UU. obtuvo oficialmente su independencia de Gran Bretaña en 1783. Poco después, los líderes de la nueva nación se propusieron crear un gobierno fuerte. En 1787, les tomó casi 4 meses redactar la Constitución. El texto final se escribió a mano en un material llamado pergamino. El pergamino está hecho de piel de animal.
Hoy día, la Constitución se exhibe en los Archivos Nacionales. El documento es muy frágil. Demasiada luz puede hacer que la tinta desaparezca. El contacto con el aire puede dañar el pergamino. Las vitrinas especiales protegen la Constitución de estos peligros. También la protegen de incendios o inundaciones.
Jessie Kratz trabaja en los Archivos Nacionales. Afirma que las medidas de seguridad garantizan que el público pueda ver la Constitución por muchos años.
“Es uno de nuestros documentos más preciados —explicó Kratz—. Queremos mantenerlo lo más seguro posible”.