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Cora Hernandez (izquierda) y su hermana, Bryn, con su papá y entrenador Matt
Era la última jugada del partido del campeonato. La mariscal de campo Cora Hernández miró el campo. La niña de 11 años buscaba un compañero que no estuviera cubierto por un oponente.
“Estaba muy nerviosa —recuerda Cora—. Todos esperan que hagas el pase perfecto en el momento perfecto”.
Entonces Cora hizo un pase. El receptor lo atrapó y corrió hasta la zona de anotación. ¡Gol!
Nadie placó al receptor. ¿Por qué? Esto es el fútbol de banderitas. Los placajes están prohibidos. En su lugar, un jugador ha de sacar un banderín del cinturón del oponente que tiene la pelota. Así se para la jugada.
Cora es de Tampa, Florida. Juega en el Pirate Bay Krewe. Ganaron el título 11U en los Campeonatos de Fútbol de Banderita de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) en julio. Forman parte de los más de 2.4 millones de niños que juegan fútbol de banderita en ligas de EE. UU.
Muchos más niños juegan fútbol de banderita que fútbol americano. ¿Cómo afectará esto al fútbol en EE. UU.?