¿Son necesarios los zoos?

Los zoos de EE. UU. reciben unos 183 millones de visitantes al año. Más de la mitad son menores de 11 años. Para la mayoría, ir a un zoo es la única oportunidad que tienen de ver animales salvajes de cerca.

“La mayoría de la gente no tiene la oportunidad de ver elefantes, orangutanes o lobos en libertad”, dice Craig Hoover. Trabaja para la Asociación de Zoos y Acuarios (AZA). La asociación se asegura de que los zoos cumplan unas normas estrictas de cuidado de los animales. 

Los mejores zoos educan a los visitantes sobre los peligros que corren los animales en libertad. Entre ellos, la pérdida de hábitat y la caza ilegal. Si no fuera por los zoos, algunos animales habrían dejado de existir. Los programas de los zoos han ayudado a salvar al hurón de patas negras, al cóndor californiano y a otras especies. 

Además, parte del dinero que los zoos reciben de los visitantes se destina a proteger a los animales salvajes. Los zoos gastaron más de $252 millones en conservación en 2022, según la AZA.

Hay quien dice que hasta los mejores zoos están pensados para entretener a la gente, no para ayudar a los animales.

“Solo una pequeña parte de su trabajo se enfoca en la conservación —dice Liz Cabrera Holtz. Trabaja para una organización llamada World Animal Protection—. Sobre todo, son solo lugares para que la gente vea animales”.

Ni siquiera los recintos más grandes de los zoos tienen el mismo espacio que tiene un animal en su hábitat natural. Por ejemplo, los osos polares en libertad podrían caminar o nadar cientos de millas en un año. Pero en los zoos suelen vivir en un espacio del tamaño de un gimnasio escolar.

Además, muchos animales necesitan compañía o se sentirán solos. Por ejemplo, los elefantes. En libertad, viven en grandes grupos familiares. Pero en algunos zoos viven en parejas o solos. 

La vida en cautiverio puede ser difícil para los animales. Muchos animales de zoo muestran signos de aburrimiento y estrés.