La tradición del lacrosse ha pasado de generación en generación en la familia de Jheneli. Su mamá lo jugaba y comenzó a enseñárselo a Jheneli hace dos años. Invitaron a otras niñas a unirse.
Jheneli dijo: “Estaba nerviosa. No conocía a esas personas”.
Cada vez vinieron más niñas a jugar. Se llamaron a sí mismas Equipo de Lacrosse de Niñas Séneca. Ahora tiene 31 jugadoras. Las niñas se divierten y aprenden a trabajar en equipo.
“Ya no me pongo nerviosa cuando juego”, dijo Jheneli.
¿Sientes curiosidad por el lacrosse? Jheneli cree que deberías probarlo.
“¡Hacemos amigas nuevas, nos ponemos más fuertes, nos volvemos poderosas y nos divertimos!”, dijo.